ERES

En el mar de olas aprendemos a nadar, a equilibrar impulsos, a renacer de las caídas, a crecer, a mirar con ojos de halcón lo que realmente importa.

Un cielo de estrellas, una luz en el horizonte, un idílico beso en la frente que despierta al viajero dormido, al caminante perdido, al ser soñado que eres y con una fuerza inédita hundes tus pasos en nieves profundas hacia la montaña.

Conquistas pedregosas laderas, caminos oscuros, bosques espesos sigues señales que el nuevo héroe despierto en ti ve sencillamente, sin esfuerzo.

Así conquistas el fuego de tu corazón y la vida te silba al oído bellas canciones, contándote su esencia.

JUNTOS

Relámpagos centelleando en el cielo, alumbrando la caverna, dirigiendo sus puntas a incipientes sitios.

Levantando con su luz, el aislamiento, la mórbida dejadez, calambres que despiertan lo que estaba inanimado y vacío.

Comienzo de una realidad por escribir tan nueva y limpia que los pies hasta sin calzar quieren apresurarse hacia nuevas metas.

Heroínas y héroes dándose la mano y en esa caricia encuentran un único latir, avanzando juntos, cantando las notas que los conectan.

Es una canción de amor y paz en tiempos convulsos pero que inesperadamente une los corazones más pedregosos y del barro de la lluvia del relámpago surge un nuevo amanecer.

Ya

Pies descalzos en la hierba sintiendo su frescor, sin pensar, sin nada que hacer, solo pensando en la sensación de libertad, mimetizados con la naturaleza.

Mariposas posándose en margaritas a su lado bailando la misma danza que bombea el corazón.

Turgentes amapolas naciendo ante los ojos al pararse el tiempo. Sí, ese estallido primaveral de enamoramiento prófugo que se separa del tiempo y donde solo existe lo amado.

En el cielo nubes esponjosas de azúcar que incitan a soñar que se unen y desunen como las piezas del puzzle de la vida.

Amada vida, que las semillas que se posan dentro vean la luz de este nuevo día que comienza en blanco a escribirse.