En el desvelo de los días plantas nuevos brotes verdes por donde quiera que pasas.
Balizas de vida que recuerdan el paso para avanzar y no se trastabillen los pies en pantanos enlodados.
Además la primavera se huele en el aire y susurra preciosos campos de amapolas y margaritas que inundan tus pensamientos y te hacen sonreír.
Una flor para el caminante que piensa en los que ama y le entran ganas locas de llegar a casa, dejando sus desvelos a un lado, colgados en la percha, con el paraguas para la lluvia y el granizo, junto a las botas de nieve.
Allí un respirar antiguo le invade y le llena de paz.
Eres tú el caminante al que le crecen las flores creadas en tus sueños, esta noche y todas las noches y que quiere compartir….sus brotes verdes entre el agua que crecen sin parar.
Tierra, agua y sol en el corazón, el amor nos salva.
