Inspírate en la naturaleza que es capaz de enarbolar todo lo que buscas.
Acalla las interferencias, escucha lo que se oye entre los huecos de su colocación.
Canta con los pájaros, sueña con las estrellas, mimetizate con la tierra y busca tu lugar.
Cree en las posibilidades que se cruzan ante tus propias narices instigandote a avanzar y en cada paso las amapolas y espigas se pegan a tus tobillos creando campos y escenas de amor.
Surgen de manos tendidas,del sudor con sonrisa, del chasquido atento del otro, del doblar de las piernas pero que se levantan milesimamente al sentir los suspiros de tantos.
Hay una luz intensa al fondo, increíble, inefable, ardiente como tu corazón.
Luna, sol, días, noches que en su sueño transfiguran un nuevo nacimiento.