ESCUCHA

Inspírate en la naturaleza que es capaz de enarbolar todo lo que buscas.

Acalla las interferencias, escucha lo que se oye entre los huecos de su colocación.

Canta con los pájaros, sueña con las estrellas, mimetizate con la tierra y busca tu lugar.

Cree en las posibilidades que se cruzan ante tus propias narices instigandote a avanzar y en cada paso las amapolas y espigas se pegan a tus tobillos creando campos y escenas de amor.

Surgen de manos tendidas,del sudor con sonrisa, del chasquido atento del otro, del doblar de las piernas pero que se levantan milesimamente al sentir los suspiros de tantos.

Hay una luz intensa al fondo, increíble, inefable, ardiente como tu corazón.

Luna, sol, días, noches que en su sueño transfiguran un nuevo nacimiento.

Amor

Que te amo imperativamente, así es.

En un adagio contenido, fructificado en el tiempo, por semillas milenarias, con una espera paciente e integrada en todos los posos de mi ser.

En primavera es una época donde todos mis vasos dilatadores te buscan con desenfreno, te ven en cada brizna de césped nacer, en las flores más diminutas que valientes crecen por los huecos del asfalto, con la fuerza del corazón, buscando el agua y el sol.

Un prodigio de encuentro vaticinado como a la miel llegan las abejas y las nubes buscan formas preciosas por el cielo.

En parapente, libre vuelo por el cielo y caeré a tu tierra en el lugar y hora exacto, en un presente tan cercano como en un segundo una hormiga recoge un grano y firmemente lo lleva a su guarida.

Y entonces nos tornamos uno con el universo y nos amamos hasta el fin.

Batalla

Estás creciendo, lo notas, a tal velocidad que hasta podías haber vuelto a tu adolescencia, pero hay una diferencia un silencio que te gusta y que nunca antes habías escuchado, que recorre tus confines que tú no sabías aún que son inabarcables.

No sabes porque, pero al otro lo miras y quieres cogerle la mano y decirle que esté tranquilo que es más fácil, andar juntos, que las estrellas del cielo nos observan para hacer algo grande.

Es una batalla épica, que trasciende la vida, un serpentín que te desborda, que crece y te inunda, que toca todas tus fibras.

Unos héroes desconocidos te llevan en volandas y te nombran rey por algo.

Así ves a tantos reyes y dioses como tú, apoyándose, hombro con hombro, que cogen al que llora y le ayudan y lo consuelan sin conocerlo.

¿Será que el otro eres tú?