Estrellas fugaces por el cielo cruzando desde los confines del universo, mágicas luces que despiertan en ti anhelos nuevos.
Hay una configuración de astros que se descifran, bengalas recorriéndote, como estrellas ante tus ojos.
Luz que te sorprende en el juego de la vida que templa el viento, que llueve sobre las semillas plantadas en la tierra que ahora abonas.
Crecen » in crescendo» hacia el cielo, hacia las estrellas, hacia el sol disparadas por sonrisas, por encuentros, por el pálpito que se enfunda en tu garganta, en tus piernas, por todo tu cuerpo.
Creces, la tierra tiembla y naces de nuevo, inspirado, por estar atento a las señales, por ver estrellas fugaces en el cielo aún cuando está nublado.

Camino hacia ti por los verdes prados de la vida después de lluvias intensas que me transforman y modelan.
Canto nuevas canciones para avanzar y cuando callo el silencio es bello, tranquilo, reparador.
Gotas de rocío se suspenden en las hojas y caen certeramente en mi corazón, eclosionan y se dividen en infinitudes llegando a los laberintos más difíciles, refrescándole, despertándolo tras milenios.
En su despertar ve mariposas nacer del estómago que se posan en tu pelo reclamando atención, algunas vienen hacía mi y me envuelven.
Lluvia intensa, amalgama recorriendo latitudes de amor, por un instante nos acercamos y somos el arco iris breve que nos une.
Mariposas, lluvia, amor encantado, soñado, enarbolado tras duras batallas, quédate en este instante que suspira, que nos atrapa y vence.
Espacio, vida, amor…

Vuelas con las nubes desplazándote a otros mundos y descubres algo nuevo entre el silencio y tú.
Sube la marea piensas que te ahogas y ves que tú eres las mismas olas, las medusas te pican pero tú eres el mar, entonces observas a tus viejas creencias y se ahogan en su bilis.
No tienes dos brazos, eres un pulpo que se maneja en la inmensidad del mar, recolocando sueños y vuelves a la superficie a ver las nubes y a coger aire, viento silencioso que cruza por tu corazón .
Respiras, te sumerges y te ves en un espejo con un millón de brillos y metamorfosis y un pájaro canta afuera, reclamándote.

Y si cruzas en sueños un cielo eterno y resbalas por la ladera de sentimientos que en trompicones despiertan una sed, un anhelo que te hace caer en caída libre hasta gritar tus secretos y despiertas y eres un ser nuevo, dime que es lo que hiciste para seguirte corriendo y no sentirme anestesiado, sino vivo y pleno.
Cascadas corriendo tirando piedras al suelo que estallan en el río y en el esfuerzo te sientes nuevo, libre, azul cielo, capaz de volar a La Antártida y entre el hielo traer tu incandescente corazón para siempre empezar de nuevo, libre, grande y eterno.
Te siguen las aves formando uves siguiendo la estela de este único instante donde el cielo azul te hace eterno.

Serpentines en tu pecho tallando deseos, vislumbrando un paraíso que genera luces.
Estrellas en el cielo, pulsos en el corazón, nuevas canciones retando al dragón.
Arco iris tras la intensa lluvia, donde centrifugas con la rapidez del viento, resquemores, dudas tontas, pinchazos.
Un paso, otro paso, una azada, sudor, polvo a lo lejos y en esta mañana soñada la bruma te despierta.
Dragón, amor, sol, brillo en tus ojos, el ladrillo mas pequeño encajando en tu mundo, en tu gran mundo.