Entre los huecos

Rozando el cielo aún con todas las visicitudes que a veces no te dejan volar, tú ahí como un relámpago queriendo llegar a las nubes.

Llegas con el ahínco fiel del corazón, para besar a la vida con tantos besos como días.

Has descubierto los huecos por donde circula un aire nuevo con el que te elevas hacia arriba y las acrobacias al igual que te despeinan, te resfrecan y tus resortes internos te levantan, te curan y animan.

En el horizonte un sueño, en la oscuridad una luz y en tu corazón un amor eterno, tan vivo como la selva de tus enfrentamientos.

Lianas que cruzan tu cuento, versos en las cortezas cayendo y se escucha el magistral suspiro del universo, inhalando estrellas, respirando en un “do” de pecho.

CUENTAS

Exploras nuevos continentes con multitud de posibilidades que se abren llenas de luz y color, caminos intrigantes con reflejos tuyos en los guijarros, en la grava y el polvo.

Hundes con tus pasos los pies, creando huellas que te cantan al pisar, los pájaros plantados en los árboles te saludan, los hay de diferentes clases y cada cual emite su sonido. Te invitan a emitir el tuyo y al responder cantas con ellos y bailas en este nuevo lugar, donde tus ideas igualmente te cantan y danzan colgadas de los árboles en actitud abierta inundandote.

Una lluvia fina empieza a caer para hacer crecer las semillas de donde nacen unas plantas tropicales en este invierno que auguran la primavera soñada, arrebatada de color y amor.

Camina, vuela radiante y crece increíblemente nuevo, en este intervalo de emoción con esta lluvia que despierta lo más dormido y crea un cuento incipiente que vas a contar.

Te espero.

Luz

Caen lastres pesados de la barca del corazón y te elevas hacia un hueco de luz que se abre ante tus ojos impresionante.
Cada vez eres más ligero, tus pasos son firmes saben dónde van, sabes que te están saliendo alas que son capaces de llegar hasta allí, por encima de las rocas afiladas que con el tiempo se han ido erosionando al no ser tú.
Caes en la cuenta del proceso silencioso que como un volcán late dentro de ti y que escuchabas en tus sueños pero ahora también lo intuyes y eres capaz de pintarlo al despertar, de oler sus huellas que aparecen marcadas ante ti.
La luz cada vez más grande te deja ver al resto de corazones que te acompañan, unis vuestras manos sin saber y entonces voláis como si no hubiera un mañana, solo este presente impoluto que abre una puerta gigantesca y el ruido de los goznes con la luz te embargan.
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