Virgen de mi corazón, tan bella, tan grande, toda nuestra esperanza está cosida a ti, a tu manto que nos guarda en ti, con ese amor tuyo que nos llena de alegría y nos transforma a todos, con solo mirarte, tú nos infundes tú fuerza, para que seamos bellos y cuidemos unos de otros.
Estando tan cerca de ti, sólo queremos ser mejores y llenarnos del amor regalado que nos das.
Gracias, gracias, gracias por tu GRACIA, amada MADRE.
Virgen de mi corazón, del tuyo y del otro aunque a veces la oscuridad nos repliega, sólo pensar en ti y tú manto nos elevamos a la LUZ.
Gracias, gracias, gracias nunca nos cansaremos de repetirte, TÚ AMOR hoy nos recrea como niños amados por su madre.
