Raíces profundas penetrando en el ancestral istmo, donde se llega a atisbar banderas de paz, con palomas blancas en sus mástiles, que en un silencio único vuelan hacia el cielo azul. Se abren grietas, logrando un desequilibrio en el que se buscan las pepitas de oro incuestionables de la vida, hay tantas, eres tan rico y los leprosos quieren tocarte para que las compartas, para sanar.
Reza tu oración, una flauta con agujeros es el corazón, bonita melodía, la de todos.
Que intriga, que paleta de colores, que vida, si pintas monas, nada hiciste y sin embargo si creas con lo que escuchas entre los agujeros del corazón ya puedes sonreír y tocar el sol.