Gravilla en los pies pegada a los zapatos que recuerda tus pasos.
La vista en lo alto, en el horizonte de este día único, que espera ser descubierto.
Tan nuevo que persigue esa mariposa que vuela ante ti despistada y envuelta en la vibración de una música que te eleva por la montaña.
Que se despliega inundando tu ser, abriendo el telón, inundando el camino de instrumentos nunca tocados.
Ni siquiera existen sus nombres son perfecciones que se descubren hoy, revelados para ser contados, si así lo quisieras.
Al despertar ya no están pero sonaron y la atención los busca por el día, se revelan en las microscópicas cosas.