Quiero el sonajero que tienes dentro, que suena tan ligero, cuando ves ánades en grupo volando por tu cielo.
Configurándote formas dispares, con diferentes ecos, haciendo pestañear a tus ojos por dentro.
Tiembla el cielo, de amor sincero, siempre, que te ve en disposición de crear tus más hondos sueños.
Invades de luz todas las constelaciones y desiertos, cuando ves flores entre el cemento.
Suenas y resuenas, cuando de tan claro, todo cae a tus píes.