En un campo de trigo, con el sol en tus manos, forjas pensamientos encontrados.
Que te ven agitando humores, aprendiendo del pasado y sintiendo el fuego del corazón, hacía tus manos.
Lo ocurrido y lo anterior, está calado en tus huesos, se queda atrás para empezar algo nuevo.
Ese sol te deslumbra, te abre fuegos cruzados, parece una fiesta todo lo que antes parecía desolado.
Todo son jardines, recorriéndote, como el arco iris con el sol y la lluvia abrazados.
Miras al frente con una sonrisa, que diluye, la noche, solo hay este sereno instante.
Te has cargado al verdugo, ahora eres el halcón dorado volando.