En el epicentro de donde salen todas las formas que van y vienen se entremezclan tus más consabidos sueños que como pompas de jabón aparecen.
Si esperas unos segundos explotan ante tus propias narices y se descubren bellas posibilidades, desde ser una lenta tortuga que lleva un tesoro hasta poder volar al otro confín del mundo sin red.
Un universo ante ti para explorar con las lianas que cruzan tu selva y como es la tuya aunque no lo creas siempre tienes la fuerza suficiente para pasar de unas a otras.
Importante danzar entre las flores y la maleza descubriendo el pálpito al pisar la tierra y sentir las raíces que te ponen de pie.
