Zumban las abejas contando los pasos a seguir para alcanzar ese sueño que tanto se repite.
Enmascarado durante el día y por la noche tan intenso que te hace despertar.
Pinceladas tenues, luego cada vez más anchas y la conversión se produce a toda escala.
Saltan los postigos y un aire nuevo lo inunda todo…
Respiras y respiras, no quisieras despertar pero el día está llamando.
Recoge las mochilas con todo el material y así podrás recordar ese sueño pegado a tus pestañas que ya es y no puede parar.