Estrellas fugaces en la tierra del corazón cruzando incansables todos los días.
Despiertan al dragón dormido, anestesiado entre capas pesadas, que no le dejaban moverse.
Su luz rompe la inmovilidad y una nueva fuerza creada en latitudes profundas crece en ti imparable.
Puedes levantar la vista y ellas te sonríen con la vida, que te llena con un bello aliento.
El universo de fuera lo ves dentro y es tan increíble reír, cantar y volar con tus estrellas al cielo.
Muestras tus increíbles ganas, que crecen y crecen, porque ahora puedes y hay un umbral nuevo a tus pies esperando que lo cruces.