En la blanca noche de tu amanecer, crecen pistilos sigilosos por todas las cuencas de los valles.
Dando vida a semillas ingentes de tantas formas, tamaños y colores que inundan los campos.
Florecen generosas con el sol que las despierta, siendo profundamente ellas, animadas por una incandescente lava que quiere salir y expresarse.
Un sueño de sueños que se repite todos los días y no se da por vencido.
Instante pleno por único, que recoge tu particular yo y no puede desvanecerse nunca.
Mariposa que vuela por encima de todo.