Inmensa luna que devoras con tu luz la noche, haciendo a las luciérnagas encender sus lámparas.
Pensamientos del día que caen en picado, en zip-zap, en espiral para perderse en el bosque de los sueños.
Ahí donde ocurre lo más irreverente y loco, donde eres un extraterrestre en una tierra que te inventas, donde puedes ser un dragón, un pez o lo que te apetezca.
Hoy sueñas que cae la lluvia y entre los charcos cantan infinitud de sapos, como en la canción…
Y devoras la noche que te enfrenta a tus luces más íntimas, donde eres inmensamente tú.