Afloran los dones en el agujero descubierto, esperando a ser encontrados.
Nadan formando burbujas que despiertan retos que solo ellos pueden conseguir.
Zigzaguean en remolinos provocando nuevos acontecimientos que amplían la visión del instante y se abren a las posibilidades más bellas y profundas.
Caen las capas antiguas creando nuevas rutas aún por explorar.
Se ve tan grande el cielo, pero las alas también han crecido y superan a los miedos que se pierden y diluyen derrotados por una nueva realidad.
Eres tus dones escondidos que te sorprenden cada día transformando tu corazón, amasando la vida para no dejarla pasar.