Destellos por doquier amenizando la esencia del río que te recorre.
Filigranas de alegría estallando como volcanes despertando al amor que es capaz de todo.
Subes siguiendo a las luces que despiertan verdades, que ahora cantan la melodía que te persigue desde que naciste y ahora en el silencio llegas a escuchar.
Sus notas son oasis donde te refrescas, donde los dulces dátiles alimentan y duermes a la sombra de las palmeras.
Soñando, tocando el cielo, ganando gestas con todas tus fuerzas que son tantas, que la magia despliegan y todo es fácil y todo llega.
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