Cohetes cruzando el cielo de tus posibilidades que crecen y crecen vertiginosos hasta la diana de la luna llena.
Tiemblan de emoción las nubes y los pájaros a su paso al ver su actitud.
Tras la noche, un sol potente y grande ilumina la escena donde crecen en la pradera soñada infinitud de flores y cientos de mariposas.
Cada día una flor dibuja trazos únicos que la hacen especial y así los días son intensos y capaces de abrir el tesoro.
Destellos de color por donde pases, donde la belleza se explica y no hay palabras.