Con cada gota un pálpito refrescando las huellas del camino a seguir.
Empapando los huecos secos de los pergaminos que te recorren, mezclando frugales sentidos.
Olor a tierra nueva, que despiertas las esencias de la vida.
Nada hay calculado, cada gota despierta un sueño que plantea infinitas razones.
Dejas ir la intransigencia que la lluvia se lleva, al sumidero creado por tus fuerzas.
Refrescados tus rincones, limpios de chances pasados y oliendo a lluvia recién puesta.
El arco iris te abraza y la vida te besa, con gotas que se hacen mares.