Un diamante refulgente que ilumina parajes, poniendo a la luz las tinieblas.
Pulido en el tiempo, que se engrandece en los instantes de caída.
Registrado en el amanecer con límpidas gotas de rocío.
Exuberante por sus especiales formas, capaz de alumbrar hasta los días grises.
Sobrecogedor por ser único, amparado por las leyes del universo.
Capaz de superar la montaña mas ardua, la tempestad mas grande y seguir sonriendo.