Un bello pensamiento escondido en la tierra late tan fuerte, que derriba fronteras y remueve los campos.
A veces puede ser tan sencillo, aquello, que empuja con redobles en el corazón.
Amando el instante efímero, translúcido y lleno de estrellas.
Como cuando se funde el chocolate, el amor nace y renace heroico, como sólo es él.