Ya no aprietan las cadenas, se derrumban dentro de ti, de puro viejas.
Mientras caen una brisa fresca y nueva te rodea, contándote que la vida es bella, por lo interesante, impredecible y fugaz.
Si al observar pudiste ver tu estrella, derribando las trincheras que te separaban de tu esencia, puede que esté preludio te empuje a tu meta.
A veces no sabes cuál es y otras te quema, cuando estás cerca de los entresijos, todo cae por su cuenta.
Siempre en lo hondo crecen primaveras.