Profusos golpes arremetiendo contra las formas tenaces, que sin razón se quedan dando vueltas sin llegar a donde quieres.
Para salir del bucle respiras profundo y se abren en ti un abanico de posibilidades.
Nace el arcoiris y caminas por el hacia tus valles poblados de frutos que caen a tus márgenes.
Recopilas las hojas del otoño que caen explicando porqué.
Aprecias y observas dándote cuenta que el universo gira colgado de tus pendientes.