Una lluvia fina nos despierta con tu vida, nos hace gritar de alegría y nos hace pequeños, jugando contigo en el parque de tus balbuceos.
Eres esa luz que estalla dentro, cuando se sabe que la vida se hace de trocitos tan pequeños, como tus deditos, que quisiera comerme a besos.
Canta esta lluvia una nana, con tu nombre a fuego, resonando en el universo y las estrellas lo escriben en el cielo.
Eres una flor de loto instaurada en mi corazón, que se ha grabado en oro, en dos segundos, mis ojos con tus ojos.