Tan grande, tan bello y tan ilógico siempre brillando a mi alrededor, llamando mi atención.
Como un bruto diamante, como un halo de luz, como esa gravedad cuando me tiro y no hay más brazos que los tuyos.
Diáfano todo a tu alrededor y sin embargo intrigante por lo sencillo.
Revoloteas como las mariposas posándote y volviendo a volar.
La cámara de mis ojos te persigue y te calca, diapositivas libres que se escapan.
Al fin me atrapas o al revés yo me tiro en plancha, eso sí chocamos como dos trenes veloces y todo se para.
No hay tiempo, no hay prisa, pero no solo basta soñar, hay que meterse en el agua.