!Que no puedes¡…dice el cíclope.
Y tu sabes que con tus dos estrellas iluminas la noche más oscura.
Que cuando respiras, desaparecen las sombras y todo irradia vida.
Ruge una fuerza en ti, como de un león, diciendo aquí estoy y la duda vuela.
Ni las ballenas tan grandes pueden ocupar el océano que te llena.
Si saltas el obstáculo, tu sonrisa planea y contigo está el viento, la luna, el mar y las estrellas.
El cíclope cierra su ojo y medita tu presencia.
Para el eras una hormiga, cruzando el desierto, no sabía de los oasis que te recorren y como en un juego repostas y saltas hasta donde quieras.