Sigilosos pasos, para no despertar sospechas y así sorprender al mago que en tus sueños te cuenta escenas, de lo que te come por dentro, para que salgas a escena.
No eres espectador, ni autómata, ni cilantro en espera, eres único y eso te cuentan las estrellas.
Te llevas golpes, pero aprendes a esquivarlos con tu destreza, aprendida en antiguas guerras y ahora retas al dragón, para caminar como tú sueñas.
No hay cerrazón cuando vuelas, respirando el aire, que solo estaba en tus pulmones y te quería entero, valiente, cantando poemas.
La vida te la quema el dragón, si no vuelas hacía el sol y las estrellas.
El mago baila a tu lado y tú con él, todo es una gran fiesta, ahora que sabes, que dices, que manejas, los huecos que hay entre las estrellas.