En los recónditos hilos que mueven tu vida al fondo del todo hay un mar en calma donde flotas mirando a las estrellas y ellas tintinean para ti.
Su brillo desvela nuevos caminos que se abren como cataratas abriendo tus costados, así caes en picado en una aventura desbordante con riesgo, pero también con las ganas de llegar a un sitio nuevo, a un mundo nuevo con tantas flores, con tantas posibilidades, con tantos anhelos que te refrescas en este camino atrevido, grande y nuevo.
Se rompen gruesas cadenas y la sangre de los grilletes se limpia con este agua que te inunda, que te desborda y que ama todos tus rincones.