Y si cruzas en sueños un cielo eterno y resbalas por la ladera de sentimientos que en trompicones despiertan una sed, un anhelo que te hace caer en caída libre hasta gritar tus secretos y despiertas y eres un ser nuevo, dime que es lo que hiciste para seguirte corriendo y no sentirme anestesiado, sino vivo y pleno.
Cascadas corriendo tirando piedras al suelo que estallan en el río y en el esfuerzo te sientes nuevo, libre, azul cielo, capaz de volar a La Antártida y entre el hielo traer tu incandescente corazón para siempre empezar de nuevo, libre, grande y eterno.
Te siguen las aves formando uves siguiendo la estela de este único instante donde el cielo azul te hace eterno.