En un valls de estrellas, en la noche de hoy, sucumbe el cielo al magistral baile.
Los ojos abiertos ven el espectáculo, mientras otros duermen y sueñan en otros quehaceres ajenos al impresionante tintineo que despiertan las estrellas bellas y rutilantes.
Son reflejos de ti que encienden puntos de luz internos, inexplorados, auténticas minas que guardas y que explosionan esta noche de verano.
Juego de luces, chispas que crecen para verse y hacerte sentir la magia de tu poder que baila y te envuelve, para crecer de la tierra al cielo, de la noche al sol, de lo incierto a la verdad infinita que eres.