Conchas en la arena que levantan el murmullo de tu voz y se cuelan en mi cabeza como olas encrespadas, removiendo la resaca de tiempos pasados, alcanzando los bastiones empedrados de mi corazón, que querían una muralla, pero nada se puede cuando el agua embate y sacude con la fuerza del amor.
El orgullo cae hecho añicos, lo bueno es que soy libre de las ataduras impuestas y puedo volar a mi antojo sin que nadie me detenga.
Ahora soy la ganzúa que abre las puertas oxidadas y te digo que puedes recolocar el puzzle de adivinanzas y ver que encajas dentro de mi, sin más, tan tú…
Ven, seamos el verso libre, la canción eterna, el dulce sonar de las olas en nuestra playa.
Qué bonito!!
⚘
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