Filtradas sensaciones, al repetirse, en este maremagnum multicolor de sabores interpelados, de anhelos encontrados por doquier.
Con la atención pegada al cogote, recontando las flores entregadas, valorando los pinceles, que alargan los brazos hasta el infinito azul del cielo.
Transición de formas que recortan ángulos para encajar el sorprendente puzzle, donde tras una espesa selva, hay una paradisiaca playa con las huellas marcadas en la arena, esperando a sus dolientes pies.
Probadas razones lavadas y expuestas al sol, que esclarecen firmes en su propósito de mostrar esos indicios de gotas de aceite, que impregnan el corazón, que son su combustible por ser incondicionalmente únicas y que dan el sentido a todo.