Emergen olas gigantes sacando de las tinieblas al cielo embrollos obsoletos.
Escupiendo la sin razón que los mantenía agazapados, que no dejaba avanzar.
El silencio los saca a la luz, con su mirada y paciencia.
En la espuma de las olas escrito el regalo que late, que nace con el nuevo día, tras una noche de luna llena.
Renovadas fuerzas que corren incesantes por las venas , por todos los antojos que vuelan encima de las olas, de los pálpitos que resuenan brillantes y nuevos.
El sol en la espalda y las olas que elevan al cielo, tu ser más intimo.