Candela encendida en el corazón, que despierta alimentándose de la tierra.
Raíces que itinerantes llegan a espacios luminosos y nuevos.
Serena paz en el aire que se desprende por los poros y transforma hasta las rocas mas duras.
Enajenado amor que solicito se intercambia, por la verdad latente en ti y cuyo eco levanta la pasión de las montañas.
Abrigado con su fuerza entiendes lo que antes se escondía en el cajón desastre, tras miles de hojas.
Así el corazón encendido crece como las espigas, libre, sonriendo al viento.