Juegos, malabares, desconcierto en el cielo, con miles de estrellas cayendo.
Tantos sueños y deseos que afloran dándole a la vida ese único significado, de cataratas que abren las cortinas donde el tesoro aguarda.
Tan lleno de luz, que al mirarlo los ojos brillan con una especial algarabía, rebotando en la garganta palabras impronunciables.
Si lo ves y presientes, sientes que hay un río en ti, que refresca, que renace y emerge para convertirse en el mar que quieres.
Unico, impoluto ardiente late el corazón por su corriente.