Capas de un film pasado incrustadas en los bordes, que se limpian con gracia un día como hoy.
Y dibujas con tus ojos en el cielo un templo donde guardas el tesoro cuya llave cuelga de un cedro.
Se mece la escena, con las nubes haciendo ondas, en un cielo azul.
Sopla un viento prolifero y cae la llave a tierra, tocando al corazón.
No hay prisa, espera…,siente el retumbar, siente el viento en tu cara y tu respiración hablar.
Llave mecida entre nubes, cayendo intrépida, abriendo el corazón de par en par.
Prodigios que aparecen como cuando el gusano de pronto un día vuela como mariposa.