La lluvia canta su canción única y eterna, donde cae hay un beso.
Nada es desapercibido por ella, envuelve y moja a la atención que la mira encantada, viendo sus ganas.
La sequía del alma ahora está empapada de gotas amorosas y crecen robustos árboles en las encrucijadas, divisando el camino.
Su fruto es infinito y no acaba, llegando al fondo, a la raíz, que es la esencia que embarga todo de este olor a tierra mojada y mágica.
Despierta todo, esta lluvia libre, escucha y al fondo se oye el tambor de lo imposible, hecho.
Archivos Mensuales: mayo 2017
Tempestad
Imperativo amar la luna gozosa en esta tempestad.
Dejando atrás las campanillas pasadas que dejan de sonar por otras, que ahora infunden la marcha.
Hay raíces que buscan su oportunidad que serpenteantes se mueven hacia el sol de la orilla.
Flagrantes barcos quieren tu botín, sacando lo mejor de ti, avanzas con un aire victorioso.
No pueden contigo eres el paladín ágil, que perfila su camino con dulce pasión.
Con esta preciosa luna se crean puentes que nacen vigorosos hacia la orilla, por donde cruzan los sueños y verdades que en ti palpitan.
Tocas por fin la arena y te fundes en tu obra, en los miles de puntitos que llegan, dejando atrás la tormenta.
¡Adios! rayos y truenos que el arco iris está en mis brazos y por el crucé y estoy a salvo, reclamando mi poder.
Rosa del corazón
Eres los latidos de la rosa de mi corazón.
La omnipresente luz de la que aprendo cada día.
Resplandeces sin querer, con esa bella humildad que surge fácilmente de ti.
Eres la verdad que me abre las puertas a la vida buena.
Soy contigo la cumbre que anhelo por hacerme sentir única.
Todos los días contigo cuento las rosas que crecen por cientos.
Abrazo tus brazos, abrazo el momento que por suerte contigo tengo.
Tu me haces mejor, tú siempre resuenas con tu amor gigante y lo das tan fácil…
Mamá gracias eternas, por ser perfecta.
Esperanzas
Progresivo el nivel de escalada de los pies descalzos al centro del alma.
Impulsos de latidos, que están en lo cierto que te elevan y ensalzan, con trinos de pájaros siguiendo tu espalda.
A veces crees que te retrasas, no es cierto te empujan sortilegios prósperos, avanza.
Mariposas y flores en esta primavera soñada y encantada, en la que naces espectacular como un géiser bravío.
Corren por tus venas esperanzas ideadas de a poco, que te guían por el camino de la vida.
En este instante impresiona la claridad, que con su fuerza te hace renacer.
Verdad
En el silencio he oido el eco de los hilvanes de tu corazón, que como un mágico sortilegio me invaden.
Me cuenta proezas de las raíces, que emergen para ver el sol, de los túneles estrechos y oscuros por los que a veces te pierdes, para encontrar la luz.
No debes quedarte a medio gas, si oyes a la tierra cantar y baña esta luna serena tu verdad.
La que te pone en pie, la que deja sin respiración a los miedos, por ser eterna, sin límites, omnipresente en todas las formas.
Abrázala, por encontrar los nudos que ahora se deshacen haciéndolo todo leve y suave.
Las estrellas se pegan a los hilvanes y hay tanta luz que todo lo sabes.
En casa
Quiero contarte que el consuelo de mis ojos es ver el amor detrás del umbral de la puerta que nos separa.
Que crecen olas impetuosas en el corazón, mezclando nuestras marejadas.
Renaciendo semillas postergadas, que infunden el apoyo necesario y que buscan el encuentro de nuestras miradas.
Nos encontramos y amamos en una noche diamantiada por estrellas fugaces haciendo pleno y con la luna los besos se escapan.
Alguien amasa el amor que nos atrapa, en nada estamos en casa.
Corazón
Volando hacia la luz, supliendo a los tontos miedos con la desbordante vida, que te eleva al cielo.
Resurgiendo incesante, aullando las verdades que se resbalan por el corazón, uniendo los hilos rojos del ovillo que palpita.
Tiemblas de fascinación y alegría, al renacer de nuevo como una mariposa.
Tantas emociones encauzadas en tu espíritu que ahora encuentran el hueco por el que volar libres.
No puedes mas que sonreír, por la pasión que encierra este juego de la vida.
Rompes cadenas y con ellas anclas la hilarante duda y el retorcido miedo.
No puede ser más cierto, cuando al respirar ves lo bello y palpita el centro del universo.