Se vislumbran notas de paz en los corazones que se ponen el universo por montera.
Repica en el viento un sonar distinto y cierto, como la tierra se deja empapar de lluvia, oliendo a vida por doquier.
Tupidos árboles claman con sus hojas el arte de vivir zapateando el día, removiendo corazones que caen en dominó.
Fluyen los ríos y manantiales por dentro reverberando ideas y sentimientos.
Tus ojos con los míos en lo cierto bailan en esta noche de ensueño volcando luz en algún pozo negro.
Y el guiño es inmenso colándose, dándose al instante único, parando el tiempo.