Hay una esencia perenne, que te persigue al despertar, que está en la luz del sol chocando en tus ojos al amanecer.
Que te recorre intensamente, que rodea tus flancos, que se amasa en ti y quiere salir.
Déjate llevar, castiga al miedo, húndelo fuera de ti, para llegar al cielo, que tan fuerte late detrás de tu espalda.
Ese pájaro que te canta por la mañana, tan irreverente, te pía esa música bordada en tus talones.
Bailando, poseído de vida aunque descalzo, revolucionas la tierra, das al sol lo que amas.
Y si es amor todo se transforma y cambia.