Confluyen tus tópicos en una playa abandonada para dar luz a tu obra soñada.
No hay rutina, hay verdad y salen rojos cangrejos corriendo del agua.
Dejan huellas pequeñas pero todas juntas forman una ensenada que se adentra en ti, pinzando claves, cuando tus pies andan por la arena de la playa.
Esos granos de arena, como los posos cuentan que la anestesia pasó.
Y si caes aunque duela es tu libertad la que sueña.