No se que olas me llevan a ti, pero sé que voy, lo noto en los subes y bajas de mi corazón.
Me dejo llevar, sin expectativas, me atrae un resplandor que surge de la nada y se enclava en ti.
Suspiros, al pensar que llego ya y tu sonrisa inunda la oscuridad, la atraviesa y la retuerce, haciendo brillar las piedras.
Una verdad clara, que me hace sentir de una vez todas las incertidumbres, como una certeza.
Así abrazo a la vida tan grande y bella, por ponerte tan cerca.