Huele en el viento a piruetas, a los balcones de los ojos girando hacia rincones dormidos, que ahora despiertan nuevos.
Así crees, siempre en este universo que luce todos los días, inspirando los argumentos que escriben tus pasos.
Siempre aprendiendo, detrás de cada piedra hay una flor, por eso tras el gris, primaveras naciendo.
Delante de tus ojos un amanecer estampado en oro, cuando despiertas, cuando estiras tus sentidos y lo ves todo.
Por un instante, fugaz, hay estrellas que se graban con fuego.