Tormenta en el aire, iluminando tu vuelo, las gotas limpian con su frescura toda la bruma.
Los relámpagos encienden zonas vulnerables que al ser alumbradas renacen, con un fulgor creciendo flores en tu pecho.
De lo débil a lo fuerte, sólo una corriente que te abre en canal.
Y se ata ese cabo que se deshilacha en el tiempo que va de nube en nube conectando con lo más bello.
La tormenta se acaba hoy.
Si mañana vuelve no pasa nada, se la abraza y se aprende de nuevo.
Cuentos de lluvia que se aprenden mirando al cielo, que llevas dentro.