En un recoveco de mi corazón, miro al sol y se derriten las pesadillas.
Crecen juncos en los humedales de tanta vida, con una insistencia que penetra hasta el centro.
Con tanta agua de vida, se alegra el jardín, presentándose exuberante e idílico.
Se oyen sonidos, antes desconocidos que dirigen la atención hacia el tesoro, hacia un bancal de flores.
El atardecer evoca la belleza y todo se desborda.
Veo lo que está aconteciendo, lo que pasó, el agua lo diluyó.
De luces vivo y soy, que se pierda la rutina en un rincón.
Todo es nuevo, bien lo sabes tu amor.
Que bonito Sister!!
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Mil gracias Uge!!!
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