Brotes naciendo, tan bellos y ciertos, penetrando en los angostos hemiciclos de tus laberintos internos.
Pequeñas clavelinas insinuando con sus voces que hay que despertar, que el sopor se escapa ya.
Corre, a por esa cometa que el cielo te enseña hasta en las noches mas negras.
No es una ilusión, vuela tan alto por que la conforman todas las tiras de tu corazón.
Así bailas por tus aposentos sabiendo de la gran fiesta que te recorre desde los pies hasta el último pelo.
La vida eres tu jugando, por eso te zarandea y tus sueños volando en tu cometa.