Por dentro

Subes y bajas y unos remolinos te recorren por dentro.
Calibras todos los instrumentos que guían las miradas a lo eterno, a lo impoluto, a lo más efímero y tierno.
Cabalgan por tus posesiones unos caballos negros, ansiosos por salir y llegar a la meta que les propusieron una tarde de invierno.
Se cruzan con blancos corceles, formando en ti un maremagnum, de piezas que colisionan en un encuentro.
El de la luna y el viento besándose como si se acabara el tiempo, temblando en verano y no en invierno.
Si la fuerza te invade y se regula sin escaparse al cielo, vuelven a besarse el viento y la luna y los caballos ahora grises galopan por dentro.

image.jpeg

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s