Jugando con el viento, cantando canciones a los árboles, crees que sueñas que todo se cumple y está escrito en el cielo.
Parece mentira que puedas enlatar a los grises pensamientos y dejar volar a la imaginación hacia tus templos, hacia tu poder que resuena tan dentro.
Prosigues tu camino, ahora sin esfuerzo.
¿Que te cambió, para ver lo eterno?