Se abre la caja de Pandora, dejando escapar, los vientos que en ti resoplan, por fin libres.
Se disparan cada uno por los huecos de tu almohada, con sus sueños a la espalda, andando por tus pestañas.
Te llevan en volandas, hacía la montaña más alta, donde te cantan lo que hay en los hilos de tu garganta, que antes agarrotada no podía exclamar, que te inunda la vida y quieres abrazarla.
Lo que siempre quisiste, ellos te lo enseñan ahora en campo abierto, no hay fronteras y se perdió la tapa de la caja.
Todo resuena con un halo nuevo, retocándote, hallándote, amándote, con todas tus circunstancias.