Buscando, en proyección continua, en éxtasis continuado, lo que lo que cierra el círculo de tus cabos sueltos, que aún no se anudan con ningún cuento.
Volteretas en el aire, virtuosos ritmos en tus piernas, cuando encuentras, un ring que ata tus cuerdas, pero siempre alguna sigue suelta.
La locura de la vida, es así, encendida, vibrante, siempre inexplicable.
Si te ata corto, tú quieres zafarte y sin embargo cuando te da cuerda, te lías, te lías… y no te encuentras.
Busquemos un equilibrio entre el todo y la nada, hay huecos que llenan el alma.