Circula la savia en tus campos contra la gravedad, quiere subir al cielo, para pasar del verde al azul, filtrando los frutos que nacen.
La paleta cromática quiere probar, quizás si no más cerca esté el mar, con su verde azulado, dependiendo de los ojos que le quieran mirar.
Algunos azul verdoso lo verán, como esmeraldas en tus ojos veo o ¿es un espejismo de mar?
Tus frutos flotan, a la orilla llegan para descargar y en el cielo en alguna nube se los ve pasar.
Llegan al cielo, llegan al mar, desde la tierra que te vio llegar.
Tus frutos son los suyos, por eso la cuidas como si fuera tu vida.
Solo respirar es tan emocionante, que no se te olvida.
Ese aire puro a ella se lo debes dar, por su inmensa generosidad.